En otro intento por conseguir financiación para la agencia, Malory arrastra a sus agentes a la ciudad de lujo de Gstaad para proteger a la hija de un millonario suizo de un intento de secuestro. Pero Archer descubre pronto que la protegida es la verdadera amenaza: una menor de edad ninfómana que no se detendrá ante nada en su intento por llevar a la cama al mejor espía del mundo.