Cansado de que sus compañeros siempre lo consideren un fracasado, Cyril decide ayudar a George Spelvin, un misterioso experto en ordenadores, a insertar un virus en el sistema de la agencia para que Cyril pueda posteriormente eliminarlo y convertirse en un héroe. Pero como era de esperar, el plan fracasa: Cyril no contaba con las ninjas en bikini.