Luisma descubre que su sueldo como barrendero es insuficiente para hacer frente a la hipoteca y que el banco pretende embargarle la casa por falta de pago. Inesperadamente Fernando, un antiguo cliente de Paz, se presenta en Esperanza Sur con una tentadora oferta: pagar una fuerte suma de dinero por pasar una noche con la novia de Luisma. Aunque este "servicio" pondría fin a sus dificultades económicas, Paz decide consultar con su pareja la trascendencia de esta atractiva proposición.