Los Ángeles. Día de Nochebuena. Nathaniel Fisher, propietario de la funeraria Fisher & Sons, muere cuando un autobús urbano choca contra su nuevo coche fúnebre. La tragedia ensombrece el recibimiento de su hijo Nate, que debe enfrentarse a la muerte de su padre, a su controladora madre, Ruth, que tiene una aventura con otro hombre; a su hermano David, un gay reprimido que dirige el negocio; y su hermana Claire, una rebelde adolescente a la que la noticia de la muerte de su padre la pilla después de haber estado tomando drogas con su nuevo novio, Gabe. El único elemento aparentemente positivo de la vida de Nate es Brenda, una apasionada mujer a la que conoce en el avión justo antes de enterarse de la muerte de su padre. Ya en casa, el joven Fedrico, empleado de la funeraria, oculta las marcas que el accidente ha dejado en el cuerpo de Nathaniel. No obstante, el funeral hace que afloren las emociones más profundas de la familia... y se cuestionan algunos de nuestros absurdos ritos funerarios. Ya en el cementerio, Matthew, de la empresa rival Kroehner Service Corporation, elige el momento más inoportuno para hablar con David de la posibilidad de comprar el negocio de los Fisher. Quizá se haya dado sepultura a Nathaniel Fisher para que encuentre el descanso eterno... pero todavía tiene muchas cosas que revelarle a su familia.