David y el resto de los Fisher sufren en sus propias carnes la faceta más controladora de Tracy Montrose Blair cuando idea un funeral “resplandeciente” para su querida tía Lilian. Brenda visita a un Billy atormentado por los remordimientos y después tiene una discusión con Nate que tendrá serias repercusiones. David se ve obligado a tomar una decisión en la iglesia cuando le dicen que el padre Jack ha estado oficiando matrimonios de personas del mismo sexo. Por su parte Rico celebra el bautizo de su hijo con una animada fiesta que tiene lugar en la funeraria de los Fisher.