En sus “vacaciones” con Jill, Chuck recibe un flash que le desvela que su nueva novia es en realidad una agente de FULCRUM. Sarah y Casey, conocedores de este dato, localizan a la pareja y se llevan a Jill a su cuartel a fin de interrogarla. Una vez obtienen la identidad y localización de su jefe, dejan a Chuck a cargo de su vigilancia y se van a atrapar al cabecilla. Jill juega bien sus cartas y logra que Chuck la deje marchar, lo que posteriormente pondrá en peligro la vida de Sarah.