Cuando Morland se ofrece a usar su influencia para que Sherlock y Joan sean reintegrados como consultores de la policía de Nueva York, la desconfianza de Sherlock hacia su padre le hace cuestionar su motivación para ayudarles. Además, con ninguna oferta de trabajo entrante, Watson se disputa un caso con el FBI investigando un triple homicidio en un laboratorio de investigación de alto secreto.