Una web muestra la foto de una mujer muerta. Cuando el equipo de C.S.I. comienza a investigar, descubre que se trata de una antigua prostituta que en los últimos años había conseguido trabajar como modelo. Según el testimonio del novio de la fallecida, la noche de su muerte ambos fueron secuestrados por un grupo de hombres que al parecer estaban reviviendo un antiguo juego de rol que consistía en matar prostitutas. Los principales sospechosos del caso aseguran a los forenses que no mataron a la mujer y que le pagaron por hacerle una fotografía en la que se fingiera muerta para poder así ganar el juego y conseguir el viaje a Las Vegas que se habían apostado.