Un hombre aparece triturado en el interior de un camión. A través de las pocas pistas halladas en el vehículo, los investigadores llegan hasta una empresa propiedad de Larry LaMotte. El empresario y su jefe de seguridad, Julius Kaplan, declaran que no tienen nada que ver en el asesinato. Sin embargo, durante la investigación se descubre que Kaplan es un antiguo matón de la mafia. Las cosas se complican cuando el propio Julius aparece asesinado a tiros.