Un nuevo asesinato conduce a Rush y Valens a reabrir un viejo caso de 1992 relacionado con una joven, Vanesa Prosser, asesinada tras abandonar un acontecimiento político la noche de las elecciones. Los detectives tratan de encontrar una conexión entre la muerte de Vanesa en 1992 y la víctima del nuevo homicidio, P.J.Prosser, y una autopsia revela que este hombre era padre biológico de Vanessa. Rush y Valens también descubren que el padre de Vanessa estaba obsesionado con encontrar al asesino de su hija, lo que les lleva a pensar que la misma persona debe ser responsable de ambos asesinatos.