Jugando por los alrededores de una prisión abandonada, unos niños encuentran el esqueleto de uno de los presidiarios que la policía identifica como Hank Demsey, un hombre que consiguió escapar dos veces del lugar, aunque fue encontrado inmediatamente. La intuición de la detective Rush le lleva a descubrir que Demsey puede aún seguir con vida e inicia su investigación por averiguar todo lo que vivió durante los años que estuvo recluido en aquel lugar.