Al drenar un antiguo estanque en un parque próximo a una zona residencial, aparecen los restos de un cuerpo en el fondo. La víctima era un hombre que se dedicaba a la venta de cepillos a domicilio y tenía mucho éxito entre las amas de casa. El detective Vera se ve obligado a dormir en la comisaría y Jeffries le ayudará a buscar un nuevo apartamento. Mientras, Lily vuelve a ver a su padre.