La detective Rush continua trabajando con el FBI para dar caza a un asesino en serie, del cual ya se conoce su identidad y algunos de sus futuros objetivos. Cuando en un principio se pensaba que el responsable de las muertes era Bill Shepperd, la aparición de su cadáver centra las sospechas en su hijo, Paul. Ahora el objetivo parece claro: localizar y detener al sospechoso, además de salvaguardar las vidas de aquellos que siguen en su punto de mira.