Goro usa la excusa de que está cansado del torneo para explicar su regreso a Japón, pero Shigeno piensa que la actitud de Goro está deshonrando el juego. Shingo admite que ha decidido seguir jugando al béisbol de las ligas menores para poder soñar con mejorar, pero Goro decide irse a su habitación. Al día siguiente, la vieja pandilla decide que deberían reunirse y jugar béisbol por diversión debido a la forma en que Goro los inspiró a todos.