Kogoro, Ran y Conan son los huéspedes de un hombre excéntrico que le encanta jugar. Los tres tienen que capturar al propietario que para la ocasión se disfrazó como un ladrón. Durante la persecución, el hombre sufre un accidente y muere al caerse de una escalera. Kogoro y Conan no están convencidos de que se trata de un trágico accidente.