Lupin, Daisuke Jigen y Goemon terminan en la cárcel después de ser traicionados nuevamente por Fujiko y capturados por la policía con las últimas armas de alta tecnología: drones armados equipados con programación de inteligencia artificial y pistolas de plástico que rocían adhesivo de fraguado rápido. Jigen lamenta cuánto ha cambiado en el mundo moderno y contempla dejar el negocio del robo y dejar a Lupin y Goemon. Después de escapar de la prisión, Jigen planea seguir su propio camino, pero se da cuenta de que la vida es más interesante trabajando con Lupin, y se reúne con él, Goemon y Fujiko.