Inesperadamente, Lilith llega a Seattle para hablar con Frasier de un importante asunto, mientras Martin intenta no encontrarse con ella. Lilith le dice a Frasier que ha ido hasta Seattle para pedirle un favor que hará que su vida sea completa: tener otro hijo. Después de pensarlo, muy educadamente, Frasier le dice que no. Sin embargo, Lilith intenta convencerlo a través de la manipulación, contándole historias acerca de la infancia de Frederick y recordándole que él es su mayor logro.