Frasier decide poner en marcha un proyecto en la KACL: la emisión radiofónica en directo de una obra de misterio, al viejo estilo. Se lo pasa muy bien reuniendo a los actores, retocando el guión y dando instrucciones a todo el mundo. Pero cuando llega el gran día, no le resulta tan fácil llevar las riendas del asunto.