Luna es atacada por unos gatos pero rescatada por un grande y gordo gato que se enamoró de ella. Luna les cuenta a las chicas que ella es una emisaria de la Luna y de ahí provienen sus poderes. Zoycite y las Sailors Scouts logran identificar al dueño del último cristal: una niña, la dueña de dicho gato. Zoycite ataca a la niña pero fracasa, así es que él y las Sailors se dan cuenta que el demonio no era la niña sino su gato. Luna y el gato escapan pero Zoycite los encuentra y libera al demonio, el cual duda si atacar a Luna, momento que aprovecha Sailor Moon para volverlo a la normalidad. Zoycite se queda con el cristal y escapa.