El Enterprise se dirige al encuentro del USS Brittain, una nave científica de la Federación que ha estado durante días a la deriva y sin responder a las llamadas. Cuando abordan la nave, descubren que toda su tripulación está muerta, salvo la consejera, una betazoide. El análisis de la situación sugiere que los 34 tripulantes del Brittain se mataron entre ellos mismos. Luego el Enterprise cae en una trampa natural, de la cual no se puede escapar, que provoca privación de sueño en la tripulación. Ante la imposibilidad de conseguir dormir, las alucinaciones se multiplican. Al mismo tiempo, Deanna empieza a tener una pesadilla recurrente.