En Giudecca, Seiya entra y sólo encuentra el lugar destruido, despierta a Shun, quien no sabe dónde está Atenea. Ambos se dan cuenta que su cosmos desapareció en la parte de atrás del cuarto, donde encuentran un enorme muro. Shaka les explica que ese muro es la última frontera del Infierno: el muro de los lamentos. Atenea y Hades desaparecieron más allá de este muro y Seiya sugiere hacer lo mismo, pero Shaka le responde que es imposible cruzarlo si no eres un dios.