El 4 de noviembre de 2010, poco después de haber despegado de Singapur, el motor número 2 del vuelo 32 de Qantas se desintegró parcialmente, causando graves daños en el ala izquierda. La tripulación se enfrentó a numerosas fallas y posteriormente realizaron un aterrizaje de emergencia de vuelta en Singapur, sin heridos entre las 469 personas a bordo. Los investigadores determinaron que la falla del motor fue causada por un conducto de aceite defectuoso de fábrica.