El 29 de abril de 2013, el vuelo 102 de National Airlines entró en pérdida y se estrelló pocos segundos después de despegar de la Base aérea de Bagram, matando a los 7 tripulantes a bordo. La investigación determinó que un vehículo pesado en el área de carga de la aeronave se desplazó, causando la pérdida del control.