El 23 de julio de 2014, el vuelo 222 de TransAsia Airways se estrelló contra los edificios cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto de Magong durante condiciones climáticas adversas y baja visibilidad, matando a 48 de las 58 personas a bordo. La investigación descubrió que los pilotos descendieron intencionalmente por debajo de la altitud mínima de descenso.