El 3 de marzo de 1991, un Boeing 737 operando como el vuelo 585 de United Airlines súbitamente rotó, cayó en picada durante 8 segundos y se estrelló, matando a las 25 personas a bordo. Posteriormente, el 8 de septiembre de 1994, el vuelo 427 de USAir también rotó y se estrelló, matando a las 132 personas a bordo. El 9 de junio de 1996, el vuelo 517 de Eastwind Airlines también rotó inesperadamente en circunstancias similares, pero la tripulación pudo recuperar exitosamente el control de la aeronave y aterrizar a salvo. La causa de los tres incidentes se debió a una falla de diseño en el sistema de control del timón, que provocó que este rotara completamente y se atascara, debido al choque térmico de las válvulas de control hidráulicas.