El 3 de abril de 1996, un Boeing CT-43 de la Fuerza aérea de Estados Unidos se desvió de su rumbo y se estrelló contra una montaña, mientras intentaba aterrizar en el aeropuerto de Dubrovnik, Croacia, matando a las 35 personas a bordo. El procedimiento de aterrizaje impreciso que la tripulación necesitaba seguir requería el uso de dos radiogoniómetros automáticos, pero la aeronave solo estaba equipado con uno.