El 29 de diciembre de 1972, el vuelo 401 de Eastern Air Lines se encontraba en su aproximación al aeropuerto internacional de Miami. Mientras realizaban los preparativos para aterrizar, la tripulación se distrajo con una luz indicadora del tren de aterrizaje defectuosa y accidentalmente desactivaron el piloto automático mientras intentaban resolver el problema. Dado que era de noche, la tripulación no notó que estaban descendiendo hasta unos segundos antes de estrellarse en los Everglades. El accidente mató a 101 de las 176 personas a bordo.