El 16 de agosto de 1987, el vuelo 255 de Northwest Airlines se estrelló contra un paso elevado poco después de despegar del aeropuerto Metropolitano de Detroit, matando a 155 de las 156 personas a bordo y a 2 en tierra. La investigación determinó que los pilotos no configuraron los flaps y slats para el despegue. Además, se descubrió que la alarma de advertencia no sonó, por razones desconocidas.