Tras leer los resultados de unos análisis de sangre, Luisma se convence de que sufre una enfermedad mortal. Nadie da crédito a la noticia, excepto Paz. Ante esta situación, la joven se plantea acostarse con él, puesto que éste es el único y último deseo que Luisma. Fidel acaba de recibir una beca para cursar unos prestigiosos estudios en Inglaterra, pero su padre tendría que hacerse cargo de la manutención. Para conseguir dinero, Chema intenta compatibilizar su trabajo como tendero mientras ejerce de camarero en el Bar Reinols. Mauricio le explotará sin piedad como a todos sus empleados. Tras varias decepciones sentimentales, la impaciencia descoloca a Aída de tal manera que se acaba enamorando de un sacerdote, papel interpretado por el actor Lluis Homar. Ella es consciente de los inconvenientes que tiene esta relación, pero cree haber encontrado, de una vez por todas, al hombre que le hace feliz. A pesar de la oposición total de su hija Lorena, Aída tratará de seguir adelante.