Mientras Paz lleva una semana fuera de casa haciendo un curso, Luisma espera ilusionado el regreso de su novia. Sin embargo, el ansiado encuentro sexual de la pareja resulta decepcionante dado que Luisma no logra dar la talla. Poco después, la delicada situación íntima de la pareja llega a oídos de los vecinos, que se inmiscuyen en el asunto poniéndoles más nerviosos. A regañadientes, Jonathan acepta a Fidel como pareja de juego en un campeonato de billar que se celebrará próximamente. A pesar de haber afirmado que es un experto en esta modalidad deportiva, el hijo de Chema acaba confesando a su amigo Germán que no sabe nada de este deporte. Germán, que resulta ser un experimentado jugador, decide ayudar a Fidel enseñándole el manejo del taco.