Mientras la ciudad celebra el cumpleaños de la Reina con un despliegue de fuegos artificiales, Murdoch investiga un caso de peleas amañadas en el mundo del boxeo. Después de perder contra Sully Sullivan, Amos Robinson es encontrado muerto en la habitación del hotel. La esposa de Amos, Fannie, aparece junto al cuerpo con el arma homicida en la mano, convirtiendose en la principal sospechosa. Murdoch cree en su inocencia.