Sam y Dean investigan una serie de suicidios y descubre que las víctimas estaban diciendo verdades brutales que les llevaban a volverse locas. Se enteran de que alguien está invocando a la Diosa de la Verdad, Veritas, obligando a la gente a ser cruelmente sincera en contra de su voluntad y Dean es la próxima víctima. Dean se ve obligado a decirle a Sam la verdad sobre cómo se siente acerca de su regreso del infierno.