El padre de Brennan por fin tiene que enfrentarse al juicio por el asesinato de Kirby, el ayudante del director del FBI. Todos los miembros del equipo excepto la doctora Huesos son llamados a al estrado como testigos. Brennan, sin embargo, es la forense que colabora con la defensa, situación en la que debe lidiar tanto con su profesionalidad como con sus emociones.