Mimí y Palmon caen en una jungla, donde Sukamon y Chuumon las atacan, pero gracias al poder del digivice, se vuelven buenos y se enamoran de Mimí. Ellos las conducen al lugar donde vieron caer a Izzy, quien se encontraba investigando los jeroglíficos de unas ruinas, en las que había un gran engrane negro que movía la isla. Cuando llegan a las ruinas, Mimí propone a Izzy buscar a los demás, pero éste estaba muy concentrado, por lo que Mimí se enoja y corre dentro de las ruinas. Tentomon la sigue para que vuelva, pero ambos se pierden. Izzy descodifica los símbolos y en su computadora aparece un mapa del templo, que era en realidad un laberinto. Palmon e Izzy guían a sus amigos hacia la salida, pero un Centarumon, guardián del templo, los persigue y ataca. Mimí y Tentomon llegan a un lugar sin salida, por lo que Izzy y Palmon los van a buscar, abriendo un agujero en ese lugar. Palmon y Tentomon digievolucionan en Togemon y Kabuterimon y lanzan sus ataques para superar el de Centarumon, derrotándolo y liberando la rueda negra. Centarumon les dice que tienen unos dispositivos sagrados capaces de acabar con el poder de la oscuridad. En ese momento les ataca Leomon, que estaba poseído por Devimon, y derrota a Centarumon. Cuando va a atacar a los niños, sus dispositivos irradian una luz que espanta a Leomon y le hace huir. Mimí le da una patada al engrane y consigue que el trozo de la isla retroceda a reunirse con los demás.