La presión está en Alison cuando la policía le pide que identifique al hombre que le secuestró para meterle preso, pero las Liars saben que si ella manda a un inocente a la cárcel, probablemente las lleve camino a una trAmpa. Con Emily intentando convencer a Ali de que no juegue el juego de -A, Spencer aparece con un plan B en caso de que la rubia decida tomar la decisión incorrecta. Por otro lado, lidiando con todo el drama de Alison, Hanna intenta hacerse con una vida "normal" de adolescente.