El equipo decide ayudar, aunque a regañadientes, al hijo de un millonario acusado de violación (Michael Cassidy). Sin embargo, debido a la naturaleza de los hechos, la percepción pública es difícil de cambiar, por lo que se convertirá en un caso complejo para Pope & Associates. Mientras tanto, Olivia sigue insistiendo en conseguir a Amanda Tanner como nuevo cliente.