Un cuerpo es encontrado flotando en la piscina de una lujosa clínica de estética; se presenta un caso complejo para el equipo del detective Poole. Todo apunta a un suicidio –la víctima estaba pasando por un divorcio difícil y el equipo encuentra un frasco de pastillas vacío en su habitación-, pero Richard no se conforma con esa hipótesis. ¿Cómo pudo la víctima haberse ahogado a sí misma? ¿Y por qué, antes de morir, iba a hacerse una taza del té más caro del mundo para solo beberse la mitad?