Los ciudadanos locales de Indonesia amenazan y hacen guardia ante el consulado de los EE.UU. ya que la custodia de un marine acusado de violación ha sido otorgada a su comandante por parte de la policía local. Por tanto, durante el tiempo que permanecen en el Consulado, todos corren un grave peligro. Sin embargo, tras el asesinato del comandante y el atentado con la explosión de un artefacto que deja ciego al siguiente mando encargado del caso, la situación se complica y será Jag quién deba afrontar llevar la custodia del Marine, tarea que le llevará incluso a realizar una evacuación de emergencia del consulado.