Cuando J.D. tiene que dirigirse a un grupo de estudiantes de pre med para hablarles de lo que supone ser un doctor, prefiero desviarse del camino y hablar sobre sus mejores momentos. Cuando reta al resto del equipo a hacer lo mismo, todos empiezan a recordar sus momentos más bonitos dentro de la medicina. Mientras tanto, Elliot se ve forzada a hacer frente a su miedo a los niños cuando es dejada a cargo de un niño de diez años cuyo padre está siendo tratado en la UCI. Mientras tanto, el Dr. Kelso obtiene una dosis de espíritu navideño y sus compañeros se sorprenden gratamante con su cambio de corazón.