Alex, el hijo de Sam se ha escapado de casa. A la preocupación habitual se suma la problemática de que el niño es diabético. Sam teme que el niño no quiera volver e inicia una frenética y desesperada busqueda en la que solicitamente le acompaña Luca. Los residentes en el hospital supervisan a los internos. El interno de Nila no para de cometer errores básicos, por lo que se ve en la obligación de llamarle la atención.