Cuando Little Quacker se da cuenta de que su bañera favorita está rota, contrata a Jerry para que le ayude a arreglarla. Tom ha ido a por comida china y el delicioso aroma los distrae. Tras una pelea por la comida, Tom roba la galleta de la suerte de Little Quacker y ¡le toca la mejor suerte del mundo! Tom se dispone a salir para disfrutar de su premio pero parece que la única suerte que le ha tocado es la mala.