Seiya y Shun llegan al Palacio de Justicia y notan lo silencioso que es. Al llegar a la entrada se encuentran con un soldado que les dice que guarden absoluto silencio, pero Seiya termina estornudando. El soldado se pone histérico y les dice que si su señor Lune los escucha van a ser castigados, también les dice que ahora cuando estén frente a él digan todos sus pecados.