El 23 de junio de 1985, el vuelo 182 de Air India se desintegró en el aire cerca de la costa de Irlanda, matando a las 329 personas a bordo. Los investigadores determinaron que la causa del desastre fue una bomba del grupo militante Sij Babbar Khalsa. Paralelamente, otra bomba estalló en el aeropuerto de Narita en Japón, matando a dos manipuladores de equipaje. Se determinó que la bomba estaba destinada a otro avión de Air India y fue vinculada al mismo grupo.