Después de haber sido acusada de asesinato, Brennan está huyendo del FBI ayudada por su padre Max. Booth y el equipo del Jeffersonian están convencidos de que Christopher Pelant ha manipulado las pruebas en el caso, para así incriminar a Brennan como la principal sospechosa. Tras una denuncia anónima, el equipo investiga los restos de un miembro del consejo universitario, que podrían ser clave para probar la inocencia de Brennan.