Berto Romero se ha dado cuenta de que se han grabado todos los episodios de esta temporada del consultorio antes de ser emitidos, es decir: el público no sabe muy bien qué ha venido a ver. Esto provoca que Berto deba empezar de cero en cada programa. Es todo un reto para el cómico. Como reto es no morir antes de haberlos emitidos todos o sería su programa póstumo. Dejamos de lado las necrologías porque aquí se ha venido a reír y a comprobar como el espectador de ‘El Consultorio de Berto’ quiere meterse en la cama con él (y si es acompañados de alimentos, muchísimo mejor) y de cómo alberga dudas de si es cierto que los gatos se asustan de los pepinos o por qué muchos de los multimillonarios que hay en el mundo siguen trabajando.