El 12 de noviembre de 2001, a solo dos meses de los ataques del 11 de septiembre, el vuelo 587 de America Airlines cayó en espiral y se estrelló en una zona residencial de Queens poco después de haber despegado del aeropuerto Internacional John F. Kennedy, matando a las 260 personas a bordo y a 5 en tierra. La investigación determinó que el primer oficial manipuló agresivamente el timón en respuesta a una turbulencia de estela dejada por un Boeing 747-400 que había despegado minutos antes, causando el desprendimiento del estabilizador vertical.