El 31 de octubre de 2015, el vuelo 9268 de Metrojet se estrelló en la península del Sinaí 23 minutos después de despegar desde Sharm el-Sheij, matando a las 224 personas a bordo. Tras descartar otras posibles causas, los investigadores concluyeron que una bomba colocada por miembros de un grupo terrorista afiliado al Estado Islámico derribó el avión.