El 13 de abril de 2010, el vuelo 780 de Cathay Pacific experimentó una doble falla de motores durante su aproximación a Hong Kong. Pocos minutos antes del aterrizaje, el motor izquierdo se atascó en potencia media, haciendo que el avión aterrice a casi el doble de velocidad que la de un aterrizaje normal, sufriendo daños menores. Todas las 322 personas a bordo sobrevivieron. El incidente se debió a que el combustible estaba contaminado con partículas esféricas.