El 7 de abril de 1994, Auburn Calloway, un empleado descontento, intentó secuestrar el vuelo 705 de Federal Express armado con un martillo y un fusil de pesca. A pesar de haber sufrido heridas graves, la tripulación consiguió reducir a Calloway y regresar la aeronave a salvo en el aeropuerto Internacional de Memphis. En la investigación se descubrió que Calloway tenía problemas financieros e intentó estrellar el avión para cobrar un seguro de vida.