El 6 de agosto de 2005, el vuelo 1153 de Tuninter se quedó sin combustible y amerizó en el mar Mediterráneo, matando a 16 de las 39 personas a bordo. El accidente se debió a que el indicador de combustible fue reemplazado por uno similar, pero que no correspondía a la aeronave del vuelo, además de que los pilotos no manejaron adecuadamente la emergencia.